Arraigado en el pasado, activo para el futuro: museos e inspiración de una nueva generación de ciudadanos
Por: Alfredo Eleazar Orozco Quesada
Pedagogía en los museos.
A continuación veremos una entrevista con la asesora en temas de educación del Programa Fortalecimiento de Museos (PFM), la cual nos ilustrará sobre el trabajo que se viene adelantando en materia pedagógica desde el Ministerio de Cultura hacia los museos del país.
A través del Programa Nacional de Estímulos (PNE), el Programa Fortalecimiento de Museos (PFM) del Museo Nacional de Colombia-Ministerio de Cultura invitó a los museos del país a postularse a las becas del capítulo Proyectos Museológicos de la Convocatoria de Estímulos 2018.
Por: Alfredo Eleazar Orozco Quesada, Alfredo es economista de la Universidad de los Andes (Bogotá), donde ha brindado apoyo a múltiples procesos de investigación para el Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (CEDE). Sus áreas de interés se ubican en la aplicación de ciencia comportamental al diseño y entendimiento de procesos educativos. Actualmente se desempeña como asistente de investigación en el CEDE y en la Universidad del Rosario (Bogotá), y, además, es miembro del programa de formación y voluntariado del Museo Nacional de Colombia.
La presente columna del Programa Fortalecimiento de Museos (PFM) es una publicación periódica de divulgación y diálogo, en la cual se difunden reseñas de literatura vigente alrededor del tema de educación en museos en el mundo. El propósito de dicho espacio es identificar ideas de vanguardia que aporten al desarrollo y la relevancia de tales instituciones en Colombia, enriqueciendo el debate e incrementando la accesibilidad a contenidos escritos originalmente en lenguas extranjeras. Por medio de esta iniciativa, se busca aprovechar el valor de la experiencia colectiva en el proceso creativo, social y apasionante de hacer museo. La serie no tiene el propósito de desarrollar análisis de política, sino que, más bien, busca nutrir con información y reflexiones la discusión pública mediante la herramienta de la divulgación, con el fin de inspirar eventuales proyectos o preguntas de investigación pertinentes para la actividad museal colombiana.
El artículo publicado en abril de 2018 es un estudio analítico de tres casos cuya situación promueve desde una perspectiva museal la formación de ciudadanos cívicamente activos. Los autores son miembros cercanos a los contextos referidos en el documento, todos asociados a la Coalición Internacional de Sitios de Consciencia . Así, el texto expone de primera fuente las experiencias y motivaciones que constituyen el conjunto de espacios presentado. Más aún, los autores muestran cómo los museos pueden tener un papel fundamental en la formación de ciudadanos protagonistas en los cursos de su sociedad.
Además, observan un patrón en las metodologías para lograrlo. A continuación se desarrolla una síntesis de los contenidos fundamentales del artículo donde para cada caso se presenta un contexto y los aprendizajes teóricos que se derivan de este. Posteriormente, se expone una breve reflexión relativa a la pertinencia de los mecanismos observados para los museos en el caso colombiano.
En principio, el texto hace énfasis en la distinción entre el estudio de temáticas relacionadas con la democracia y los aprendizajes relacionados con el ejercicio de una ciudadanía activa. Es decir, en el artículo una actitud cívica se refiere a un interés por participar directamente en los procesos políticos de una sociedad. Así, la participación enérgica en los caminos sociales y políticos no es algo exclusivo de individuos en democracias. De esta manera, los autores introducen que cada caso presentado en el documento está en un contexto de transición o consolidación política reciente cuya situación de consciencia pública es previa a una democracia estable. La observación juiciosa de estos casos puede contribuir al aprendizaje de museos en naciones estables. Sobre todo, el texto propone que en la enseñanza de una actitud cívicamente comprometida es crítico emplear los acontecimientos históricos para conectarlos a los estudiantes con sus problemas actuales. Brevemente, se dice que la ciudadanía activa es una actitud personal de empatía y determinación informadas en el pasado de cualquier sistema político, respecto al contexto presente; la educación alrededor del tema debe considerar esto.
El primer caso, correspondiente a Villa Grimaldi en Chile, introduce las herramientas para crear memorias a partir del pasado. En 1973, durante la dictadura de Pinochet, Villa Grimaldi pasó de ser una finca agrícola a un centro de tortura, secuestro y desaparición bajo el mando de la Dirección de Inteligencia Nacional. Para 1994, cuando se abrieron sus puertas, la evidencia sobre el pasado sombrío de este sitio fue removida. Así, nació una necesidad de desarrollar esfuerzos para conservar lo encontrado y reconstruir elementos simbólicos para la preservación de la narrativa y la memoria de los acontecimientos. Por ejemplo, actualmente se presentan recintos reconstruidos, pertenencias recuperadas de personas desaparecidas y una serie de memoriales a las víctimas (Paynter et al., 2018). En resumen, Villa Grimaldi se transformó finalmente en un centro de memoria de la dictadura.
No obstante, las actividades de este lugar permanecen relacionadas con el presente. El espacio recibe más de veinte mil visitantes al año de los cuales la mayor parte son grupos de estudiantes de todos los niveles. La técnica se basa en relacionar el pasado con las experiencias actuales de los individuos. En Villa Grimaldi se emplean las variadas procedencias de los visitantes para construir memoria entre ellos. Así, la información no les es presentada a manera de discurso prediseñado. Por el contrario, el propósito es generar competencias de análisis crítico para que los visitantes puedan apropiarse de conceptos que han visto en clase a través de su aplicación directa a la cotidianidad que los acompaña (Paynter et al., 2018). La idea de Villa Grimaldi como espacio de memoria implica reconocer a las personas como poseedoras de derechos para reconstruir activamente la historia desde los acontecimientos de la dictadura y desde su propia experiencia. En síntesis, este centro propone emplear los materiales y espacios con los que cuenta un lugar de memoria para generar empatía con el pasado mediante la activa proposición de interpretaciones desde la cotidianidad presente de los estudiantes.
El segundo caso expone el potencial de la naturaleza política de los museos. Los acontecimientos referidos se sitúan en Alhucemas, Marruecos, en el año 2016, región que fue oprimida durante cuarenta años en el periodo del rey Hassan II (hasta 1999).
El 28 de octubre la policía local confiscó una carga de pescado perteneciente a Mohsin Fikri, un pescadero de la zona. Con el propósito de recuperar su mercancía, Fikri subió a un camión de basura donde falleció trágicamente a causa de la activación del mecanismo procesador del vehículo. La situación fue registrada en video y fue difundida masivamente por redes sociales, lo que generó empatía e indignación. Los hechos posteriores desencadenaron un movimiento de protesta conocido como Hirak Rif. El grupo logró convocar manifestaciones a las que asistieron miles de personas en la plaza principal de la ciudad. Posteriormente, ante la indiferencia estatal por impulsar el abandonado proyecto para el Museo de Rif, la población decidió emplear la plaza central de las manifestaciones como centro de propuestas artísticas, teatrales y narrativas a manera de mecanismo informal de preservación de la memoria (Paynter et al., 2018).
Los autores proponen que el espacio físico de memoria en Alhucemas es resultado de un encuentro virtual propicio para que las personas observen lo que ocurre entre ellas. En otras palabras, se trata de un proceso de construcción de ágoras: físicas y virtuales. Con todo, el texto hace notar que “los museos pueden hacer el papel de ágoras en sus comunidades” (Paynter et al., 2018, p. 141). De este modo, los museos tienen la facultad de generar y mediar espacios para el ejercicio activo de ciudadanía. Según los autores, un ágora debe emplear dos herramientas de manera simultánea: la experiencia social y la memoria local. Es decir, estos espacios deben promover que las personas se escuchen entre ellas y aprendan de las experiencias de otros, permitiéndoles crear un entorno de confianza para convivir.
Además, las reflexiones que surgen en tales entornos deben tener presentes permanentemente los hechos del pasado. El texto recomienda que al momento de construir un ágora con visitantes en un museo se los debe animar a tomar posiciones y compartir las ideas e información que tengan, ya sea de manera física o virtual. Es fundamental además plantear los problemas a discutir en un contexto determinado, y es válido cuestionar las políticas implementadas por el Estado en el marco de una metodología mediada. En pocas palabras, el caso de Marruecos conduce a reflexionar acerca de la propiedad que tienen los museos de ser aprovechables, bajo cierta metodología, como ágoras para la discusión pública.
El último caso habla sobre cómo mantener vivo un instinto de participación cívica. El contexto corresponde a la victoria sudafricana sobre el movimiento de segregación racial conocido como apartheid. Durante varias décadas hasta 1994, se prohibió de manera explícita la participación de población negra en múltiples espacios sociales en Sudáfrica, lo cual implicó la disposición de lugares reservados de manera excluyente. La prohibición del apartheid se logró mediante educación cívica directa en las comunidades a través de mecanismos como la resistencia pacífica, entre otras técnicas. El artículo muestra que desde la eliminación de este tipo de prácticas el activismo social entró en un periodo de reposo (Paynter et al., 2018). Sin embargo, son muchos los temas que aún hoy quedan por trabajar en la naciente democracia: desde el aprovisionamiento de servicios públicos hasta la remoción de símbolos del antiguo sistema. Con todo lo anterior, se presenta el reto de aprovechar los profundos acontecimientos del pasado reciente para impulsar una nueva generación de activistas interesados en aportar a los propósitos actuales.
En ese contexto, Constitution Hill surge como un museo de memoria en una antigua prisión y fortaleza militar que ahora alberga a la Corte Constitucional. Para 2012 se terminó una renovación en sus programas con la intención de responder a la necesidad de reincorporar a las nuevas generaciones en la participación activa respecto a las problemáticas vigentes. Su nueva estrategia involucra determinantemente a la población. Por un lado, se realiza una mezcla consciente de audiencias entre las cuales se encuentran jóvenes, anteriores prisioneros del lugar y público adulto general, con el fin de crear diálogo y transmisión de conocimiento intergeneracional. Sin embargo, lo más característico de Constitution Hill se puede describir como el desarrollo de eventos que inducen vida propia al ejercicio cívico. Por una parte, está el festival de juventudes anual: Basha Uhuru. Este relaciona mediante el arte contemporáneo a los jóvenes con sus problemáticas sociales vigentes, mientras les provee un medio de expresión (Paynter et al., 2018). Por otro lado, se desarrolla un torneo anual de debate que acoge alrededor de setenta colegios en cada edición. Finalmente, se prepara una “Caminata de derechos humanos”, en la cual se invita a las familias a escoger una causa o derecho y caminar ocho o diez kilómetros para generar consciencia respecto a estos. En resumen, la idea de Constitution Hill es promover la participación cívica como un estilo de vida cotidiano.
Con todo lo anterior, el artículo presenta un conjunto de estrategias que pueden ser particularmente relevantes para el caso colombiano. Por una parte, los acuerdos de terminación del conflicto firmados en el año 2016 dejan un escenario con abundantes museos de memoria: el Museo Casa de la Memoria en Medellín; el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación en Bogotá; el Museo Itinerante de Montes de María; y el Centro de Memoria del Conflicto en Valledupar. Los conceptos aquí reseñados pueden usarse para introducir a las generaciones de posconflicto en una cultura de la participación cívicamente activa desde los museos, cualquiera que sea su especialidad temática. Más aún, estas instituciones en Colombia pueden aportar a la formación de una población con interés y herramientas para ejecutar una veeduría y apoyo activo en los procesos de implementación. Por otro lado, los mecanismos de discusión pública como ágoras y la consolidación de un estilo de vida cívicamente comprometido pueden especializar el proceso de implementación nacional a un nivel comunitario consciente de las necesidades de memoria y reparación de cada región y población. Brevemente, la implementación de los acuerdos y la posterior construcción de memoria pueden beneficiarse de un papel activo y comprometido de los museos.
Sin embargo, la naturaleza democrática del Estado colombiano puede aprovechar aún más la intervención activa de los museos como formadores de cultura cívica. En otras palabras, la participación activa de los ciudadanos en los procesos políticos puede potenciar las herramientas presentes en Colombia para la toma de decisiones vigentes más allá del conflicto armado. Por una parte, se tiene que hay múltiples debates activos que requieren necesariamente la voz y actuación de la población. Las decisiones de explotación y recursos naturales, las estrategias para la reducción de la corrupción o las decisiones de política en educación pública y privada son algunos ejemplos. Más aún, los mecanismos de participación democráticos son herramientas vacías sin una población activamente involucrada en los procesos políticos. Los museos tienen así un rol potenciador de las libertades y derechos que la Constitución de 1991 propone. Con todo, que Colombia sea un Estado democrático abre la puerta a que los ciudadanos tomen parte directa en las soluciones sociales mediados por el potencial constructivo de los museos.
Para concluir, el artículo reseñado presenta en tres momentos distintos cómo los museos pueden introducir una cultura de la participación ciudadana, nutrirla y mantenerla viva. Los autores exponen los mecanismos y estrategias que cualquier museo puede intentar adaptar a su propio contexto. Fundamentalmente el texto muestra que bajo ciertas metodologías la memoria es un recurso poderoso para generar competencias de análisis y apropiación de las problemáticas actuales. Además, el texto parece tener en primera instancia una relevancia específica para el caso colombiano. Por un lado, los casos analizados presentan herramientas para facilitar la transición hacia una etapa de posconflicto. Además, las estrategias discutidas pueden usarse para potenciar los mecanismos democráticos del Estado colombiano. En ese sentido, el propósito de este texto es motivar proyectos y prototipos de actividades en los museos colombianos. Si bien los mecanismos presentes no necesariamente son aplicables a cualquier contexto, brindan intuiciones para el diseño de nuevas formas en que Colombia puede aprovechar de manera concreta la presencia de una amplia comunidad museal.
Referencias:
Paynter, B., Zuleta, C., Rebolledo, D., Bascuñán, K., Marishane, L. y El Khamlichi, M. (2018). Rooted in the Past, Active for the Future: Museums and Inspiring a New Generation of Citizens. Journal of Museum Education, 43(2), 137-147. Recuperado de https://doi.org/10.1080/10598650.2018.1457320.
Elsa Janneth Vargas Ordoñez, asesora en servicios educativos del PFM
Las actividades educativas de los centros museales son interdisciplinarias y comprenden una gran variedad de métodos de aprendizaje, que van desde el enfoque tradicional hasta el uso de nuevas herramientas tecnológicas. Es por ello que el Programa Fortalecimiento de Museos del Ministerio de Cultura de Colombia viene desarrollando contenido que se caracteriza por centrarse en problemáticas y actividades prácticas que puedan desarrollar los museos, ya que la enseñanza en estas entidades se destaca por su carácter académico y su compromiso social.
A continuación veremos una entrevista con la asesora en temas de educación del Programa Fortalecimiento de Museos (PFM), la cual nos ilustrará sobre el trabajo que se viene adelantando en materia pedagógica desde el Ministerio de Cultura hacia los museos del país.
Becas de capacitación de Ibermuseos 2018
La presentación realizada en la Undécima Conferencia Internacional del Museo Inclusivo tuvo como nombre De objetos cotidianos a representantes de un oficio y territorio, y estuvo dirigida a divulgar el proceso de conformación de la colección del Museo del Vidrio de Bogotá (MEVIBO), la cual tiene un vínculo muy fuerte con la localidad de San Cristóbal y la visibiliza como un territorio representativo del vidrio y otras industrias en Bogotá. A través de los objetos, en el ejercicio museal se exalta la presencia de los maestros, artistas del vidrio y vecinos, y se reconoce su relevancia cultural para la localidad y la ciudad. La Conferencia del Museo Inclusivo se presenta como un espacio de intercambio en el cual un diverso grupo proveniente de todas partes del mundo se reúne para compartir y discutir experiencias sobre cómo hacer los museos más incluyentes. Este año y gracias a una beca de capacitación del Programa Ibermuseos el Museo del Vidrio de Bogotá – Mevibo, participa en la Undécima Conferencia Internacional del Museo Inclusivo, que se realizó en Granada(España), los días 6, 7 y 8 de septiembre que se realiza bajo el enfoque de inclusión y visiones comunes: museos y patrimonio compartido.
Blog: Triturar, hornear, soplar y moldear en https://mmuseo.wordpress.com/2018/10/20/de-objetos-cotidianos-a-representantes-de-un-oficio-y-territorio-conformacion-de-la-coleccion-del-museo-del-vidrio-de-bogota-mevibo/
http://www.museodelvidrio.com/
A través del Programa Nacional de Estímulos (PNE), el Programa Fortalecimiento de Museos (PFM) del Museo Nacional de Colombia-Ministerio de Cultura invitó a los museos del país a postularse a las becas del capítulo Proyectos Museológicos de la Convocatoria de Estímulos 2018. Aquí mostramos una infografía de los ganadores: