Fundación Orquídeas del Tequendama, tributo a nuestra flor nacional
Hace ocho años, en lo que tiempo atrás fue un cafetal, Ómar Chaparro, amante de la botánica, decidió crear la Fundación Orquídeas del Tequendama.
Este cafetal, situado a 19 kilómetros de Bogotá, en el municipio cundinamarqués de Santandercito, aún conservaba bellos árboles nativos, que habían sobrevivido al desarrollo urbanístico de la zona, lo que facilitó la tarea de hacerle allí un homenaje a la reina del aire, nombre con el que se designa a este tipo de flores. A los árboles nativos, que llenaron el sitio de verdor y frescura, se fueron sumando varias plantas tropicales y ornamentales, entre ellas bambúes, palmas, bromelias y heliconias, que hoy en día le dan al jardín un ambiente pintoresco.
Orquídeas del Tequendama es un parque botánico en el que los visitantes pueden experimentar la vida de las orquídeas a través de diferentes ambientes, como senderos, jardines, terrazas de exhibición, viveros de aprendizaje, material de la Expedición Botánica y mucho más. Su finalidad es mantener el orquideario como un refugio ecológico que genere conciencia ambiental.
La pasión de Ómar Chaparro por la naturaleza comenzó desde su niñez, cuando en la hacienda de su abuela, en Boyacá, se interesó por descubrir todos los secretos de estos fascinantes organismos, como él llama a las plantas, en especial a las orquídeas. Desde ahí le afloró el gusto por la botánica.

Actualmente, el parque cuenta con cerca de 1.600 especies de orquídeas que conforman la colección. Allí los visitantes disfrutan de una parte de la flora y la fauna muy representativa del bosque de niebla. Uno de los grandes logros es que la mayoría de las plantas de orquídeas que viven dentro del orquideario han sido cultivadas por más de 18 años por sus propietarios y luego incorporadas al jardín; éstas, al encontrar un hábitat natural ideal, han poblado los árboles al propagarse en forma silvestre.
Las orquídeas son la familia de plantas que en su proceso evolutivo sufrieron un mayor fenómeno de especiación, siendo la más diversa dentro del reino vegetal, ya que tiene aproximadamente 35.000 especies en todo el mundo. Esto se debe en gran medida a que dichas plantas, a lo largo del tiempo, fueron desarrollando diferentes estrategias para atraer agentes polinizadores, lo cual condujo a la modificación de la estructura florar para adaptarse.
Durante el recorrido por el parque los visitantes podrán aprender datos importantes, como que la gran mayoría de las especies de orquídeas son monoicas, lo que quiere decir que poseen los dos aparatos reproductores en la misma planta (androceo y gineceo). Este hermafroditismo se puede dar de dos maneras: una donde la planta tenga flores masculinas y femeninas al mismo tiempo, y otra donde en la misma flor se presenten los dos sexos simultáneamente.
Dado su alto grado de especiación, en la familia Orquidácea se puede encontrar una infinidad de morfologías florales diferentes, algunas con características que las hacen verdaderamente extraordinarias, razón por la cual obtuvieron la fascinación del mismo Charles Darwin, quien trabajó muchas de sus teorías de la evolución utilizando como modelo biológico especies de orquídeas como la orquídea de Navidad o estrella de Belén (Angraecum sesquipedale).
Por medio de su oferta educativa, la Fundación Orquídeas del Tequendama ha creado alianzas con algunas universidades, con las cuales trabaja en forma específica en la reproducción y conservación de las especies e híbridos que habitan en el parque. Ello se lleva a cabo mediante métodos especiales que aseguran la propagación y conservación de las orquídeas, sin interferir en la reproducción natural de los bosques.

Como parte de su labor ecológica, ha rechazado con vehemencia la extracción de plantas de sus hábitats naturales e incentiva a sus visitantes a acabar con estas prácticas, por lo que, desde su posición, se dedica a cultivar las orquídeas para propagarlas en sus jardines, y darles la oportunidad a los amantes de estas plantas de disfrutar de ellas en su propia casa luego de un amplio proceso botánico.
Ser uno de los museos que albergan la flor nacional representa un gran compromiso e impulsa a la Fundación Orquídeas del Tequendama a proteger la Cattleya trianae con el ánimo principal de darla a conocer y multiplicarla, para luego reintroducirla a los ecosistemas con el fin de garantizar su conservación a perpetuidad.
El jardín se encarga de dar a conocer a las orquídeas para aprender a reconocerlas, identificar sus amenazas y crear conciencia entre los visitantes sobre la importancia biológica y cultural de estas plantas para Colombia, dado que uno cuida lo que conoce.
Ligado a esto se creó un programa de educación ambiental en el que se enseña la importancia ecológica no sólo de las orquídeas sino de todos los organismos y recursos ambientales que interactúan con éstas, como el agua, los insectos y aves que actúan como agentes polinizadores, y los árboles que se utilizan como hospedantes de las “reinas del aire”. También se hace énfasis en la importancia de cuidar los ecosistemas donde se encuentran las orquídeas en su hábitat natural, ya que conductas humanas como la fumigación, la deforestación y la depredación constituyen una verdadera amenaza para la supervivencia de estas especies.
Los directivos de la Fundación Orquídeas del Tequendama se sienten orgullosos de que a través de la educación ambiental se ha logrado concientizar a los visitantes de la trascendencia de cuidar los ecosistemas y de posicionar a Colombia como uno de los destinos verdes más importantes del mundo por su biodiversidad.
Los habitantes de la comunidad aledaña al parque aportan con su sentido de pertenencia. Ellos forman parte de los eventos organizados en la Fundación, como la Exposición de Orquídeas, la reproducción vegetativa de plantas y el cuidado de los ecosistemas.
Los colombianos pueden colaborar desde su casa a la preservación de estos ecosistemas al no adquirir plantas que han sido extraídas de su hábitat natural, conocer más de la flora nacional e identificar plantas ornamentales para adornar su hogar.
Entre las iniciativas de sostenibilidad, la Fundación Orquídeas del Tequendama cuenta con recursos provenientes del valor del ingreso de los visitantes al parque, la venta de plantas ornamentales, libros sobre orquídeas, fertilizantes e insumos para jardinería. Su reto a mediano plazo es convertirse en un jardín botánico especializado en orquídeas y albergar una de las colecciones vivas de plantas más grandes de Colombia.
(Todas la fotografías son cortesía de la Fundación de Orquídeas del Tequendama).
Si desea más información al respecto, usted puede consultar http://www.orquideasdeltequendama.com/